ESPACIOS EDUCATIVOS Y APRENDIZAJE EN LA EDUCACIÓN
SUPERIOR, APROXIMACIONES TEÓRICAS Y PERCEPCIÓN DOCENTE
Educational spaces and learning in higher
education, theoretical approaches and teacher perception.
Giselle Carol GALAZ ARANCIBIA[1]
Daniela Andrea COLLAO JOFRÉ [2]
Michel VALDÉS-MONTECINOS [3]
Recibido
Aprobado |
: : |
22/08/2022 25/12/2022 |
Publicado |
: |
06/01/2023 |
RESUMEN: Las universidades
estatales en Chile, mayoritariamente han adoptado modelos educativos en
búsqueda de la adquisición y fortalecimiento de competencias de los
estudiantes, centrando las metodologías y estrategias en el rol protagónico que
estos deben adquirir para enfrentarse al campo laboral contribuyendo al
progreso social, por esto, se requiere de un espacio educativo que contemple
características ambientales, pedagógicas y digitales que contribuyan al logro
del perfil de egreso. Es así, que se pretende comprender la relación de los
espacios educativos y los modelos constructivistas, por medio de una
investigación con enfoque cualitativo, que se sustenta en el paradigma
interpretativo. La información recabada de fuentes primarias y secundarias,
muestran hallazgos que permiten identificar los escenarios de aprendizaje en el
contexto presencial y online, que requieren ser seleccionados y organizados
según las competencias declaradas en los programas de estudios.
Palabras Claves: Espacios educativos, aula, proceso educativo,
competencias, percepciones.
ABSTRACT: State universities in Chile have mostly
adopted educational models in search of the acquisition and strengthening of
student competencies, focusing methodologies and strategies on the leading role
that students must acquire to face the labor field contributing to social
progress, therefore, an educational space is required that contemplates
environmental, pedagogical and digital characteristics that contribute to the
achievement of the graduate profile. Thus, it is intended to understand the
relationship between educational spaces and constructivist models, through a
qualitative research approach, which is based on the interpretive paradigm. The
information gathered from primary and secondary sources, show findings that
allow identifying the learning scenarios in the face-to-face and online
context, which need to be selected and organized according to the competencies
declared in the curricula.
Keywords: educational spaces, classroom, educational process, competencies,
perceptions.
INTRODUCCIÓN
Actualmente los procesos
educativos integrales en la educación superior contemplan un enfoque por
competencia y la formación de cuatro (4) dominios: aprender a conocer, aprender
a hacer, aprender a convivir y aprender a ser (
Con base en las exigencias
del mundo actual, el proceso educativo requiere de metodologías activas y
estrategias desafiantes que favorezcan los aprendizajes de los estudiantes,
permitiéndoles adquirir habilidades, conocimientos y competencias (Torres et ál., 2014). Para esto, es importante
que el espacio educativo pueda brindar oportunidades pertinentes y
significativas a las generaciones actuales, para enfrentar los diversos
desafíos de la educación superior (González, 2020).
La
Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE), señala que
los espacios educativos contemplan la construcción colaborativa, las
interacciones positivas, los factores motivacionales, el bienestar emocional y
físico, los recursos para el aprendizaje y la preparación de los procesos
educativos, permitiendo que los estudiantes puedan adquirir aprendizajes de
calidad que perduren en el tiempo (Manninen, 2007;
OCDE et ál.,2016;
En Chile, los espacios
educativos en la educación superior han adquirido mayor realce desde la década
de los 90’, como resultado de esto en el año 1998 inicia el diseño e
implementación del programa de Mejoramiento de la Calidad de la Educación
Superior (MECESUP), el cual financió acciones de mejoramiento académico e
infraestructura en las Universidades del Consejo de Rectores de las
Universidades de Chile (CRUCH) en el que se implementó el proceso voluntario de
acreditación y la creación de un fondo competitivo para mejorar la calidad de
la infraestructura, en el año 2005 el Estado focaliza los fondos hacia la innovación
académica y la modernización del currículum en pregrado (Ministerio de
Educación de Chile [MINEDUC], 2010). El Fondo de Innovación Académica ha
obtenido desempeño destacado como la contratación y formación de doctores,
académicos y estudiantes, la nivelación de competencias básicas, la renovación
y modernización de espacios educativos como bibliotecas, salas, laboratorios y
servicios estudiantiles, así como también la integración de la Tecnología de la
Información y Comunicación (TIC) en el proceso educativo, la reforma del
currículum y el mejoramiento continuo. Al año 2010 el 27% del total de los
proyectos adjudicados por el programa MECESUP contempló nuevas obras,
renovación y habilitación del espacio (MINEDUC, 2010), evidenciándose de esta
forma, el interés por parte del estado, para mejorar los espacios educativos al
interior de las Universidades Estatales.
En los últimos años, las
adecuaciones implementadas en la educación superior, dan énfasis en una
educación pertinente (MINEDUC, 2014), por ende, las universidades son autónomas
para la creación de sus modelos educativos, los cuales explicitan los roles de
los actores involucrados y los factores que influyen en los procesos
educativos. Considerando que los docentes disponen de autonomía de cátedra para
dar respuesta a las necesidades de sus estudiantes y al contexto en el que se
sitúa (Bautista y Borges, 2019), por esto, es importante el rol que ejerce el
docente en el proceso educativo, si bien, el docente se rige por las normas y
reglamentos existentes; éste también, tiene libertad para decidir el diseño,
implementación y evaluación contemplando los espacios existentes.
En este contexto, la
siguiente investigación se centra en los espacios educativos y los aprendizajes
en la carrera de Licenciatura en Educación y Pedagogía en Educación Parvularia de la Universidad de Atacama, surgiendo desde la
inquietud de espacios habitables para los procesos educativos y concluyendo con
hallazgos relevantes a considerar para el logro del perfil de egreso, enfocado
en el estudio de la dimensión pedagógica, ambiental y digital, las que son
necesarias para fortalecer el quehacer educativo al interior de la Unidad, en
base al Modelo Educativo Institucional (MEI) por enfoque en competencia. Investigación
que es realizada durante los años 2021 y 2022, periodo en que las clases se
desarrollaron en modalidad online con retorno progresivo a la presencialidad,
tras la contingencia sanitaria a nivel mundial.
Modelo educativo para lograr competencias en espacios educativos en la
educación superior
En Latinoamérica se ha
adoptado el enfoque por competencia, promovido por diversas entidades e
influenciado por Europa, específicamente en la declaración de Bolonia, donde
surge el proyecto Tuning “el cual significa afinar,
sintonizar las estructuras educativas de Europa” (Muñoz y Sobrero, 2006,
p.249). Además, el proyecto tuvo una propuesta intercontinental Alfa Tuning América Latina, el que busca afinar las estructuras
educativas de la región, iniciando un debate cuya meta es identificar e
intercambiar información y mejorar la colaboración entre las instituciones de
educación superior para el desarrollo de la calidad, efectividad y
transparencia (Ferreira y Lima, 2013, p.92).
El modelo basado en o por competencia permite
que los resultados de aprendizaje sean desempeños observables a nivel
conceptual, procedimental y actitudinal, es decir, que el estudiante conozca,
analice y sea capaz de demostrar lo aprendido una vez concluido el proceso de
enseñanza, incorporando una malla curricular generalista en la formación docente,
enfatizando el desarrollo de competencias (Villarroel y Bruna, 2014).
Comprendiendo que el proyecto Tuning América Latina,
“entiende el conjunto de competencias que incluyen conocimientos, comprensión y
habilidades que se espera el estudiante domine, comprenda y demuestre después
de completar un proceso de aprendizaje” (Campos, 2011), las que son definidas
por cada Universidad según sus contextos.
La mayoría de las
Universidades chilenas han incorporado en sus modelos educativos el enfoque por
competencia o basados en ellas, realizando innovaciones curriculares conforme a
las necesidades actuales, fortaleciendo la calidad de la educación y la
formación de sus estudiantes, para lo cual, se han determinado cuatro (4) ejes
que describen esta innovación curricular (Arias y Lombillo,
2019), contemplando un perfil de egreso que declare las competencias generales
que desarrollarán los estudiantes, las que se implementarán en el ejercicio de
la profesión, una vez egresados, haciendo efectivo el liderazgo y la mejora
permanente de los entornos en que se desempeñarán (
El modelo por competencia
ha significado poner énfasis en la acción, la experiencia y el contexto socio
profesional orientado a la solución de problemas por encima de la producción de
contenidos, relacionándolos con situaciones reales y auténticas, para adquirir
las competencias por medio de la experiencia que fortalezcan al estudiante como
agente de acción. (Ruay et ál., 2016; Ramos, 2022), Por esto, los escenarios de aprendizaje
deben proporcionar que los estudiantes solucionen problemas de los contextos
laborales in situ o requiriendo de estrategias como simulaciones el cual ofrece
un entorno realista, rentable y flexible en el que pueda desarrollar
competencias profesionales, realizando una aproximación a la realidad. (
El Currículo por competencia
ha adquirido un gran debate, para formar personas competentes en las diversas
disciplinas, aludiendo a escenarios reales o espacios de simulación que
permitan resolver problemas; sin embargo, la formación al interior de las aulas
también se ve enfrentada a espacios convencionales, en el que se deben
desarrollar estrategias y metodologías activas (Tejada y Ruiz, 2016), no basta
sólo con incorporar computadores, proyectores y conexión a internet, si bien es
correcto que estos son recursos esenciales para apoyar los procesos formativos
a fin de propiciar la activación y deliberación de los propios saberes
(Bautista et al., 2019), requieren
que las Universidades enfrenten cambios en los procesos pedagógicos y en los
espacios educativos, promoviendo la autonomía y favoreciendo la colaboración
entre estudiantes y profesionales (Farías, 2010) para la construcción de
aprendizajes donde puedan colaborarse mutuamente la práctica y la teoría, aquel
espacio cuyo propósito en sí sea alentar y motivar nuevos saberes y que pueda
provocar a los discentes, por lo anterior será fundamental el rol de cada
agente que participe en las comunidades educativas para unificar los objetivos
institucionales.
Rol docente en los espacios educativos universitarios
Teniendo en cuenta que en
el ámbito universitario basado en la búsqueda de competencias los docentes debe disponer de competencias profesionales
y personales que fortalezcan los procesos educativos, resolviendo las diversas
situaciones presentes en el aula y asumiendo desafíos de actualización de las
prácticas educativas en base a los cambios constantes que sufre la sociedad y
disciplina que enseña, por esto, es necesario por medio de la
profesionalización, hacerse cargo de la obsolescencia de las clases
convencionales y las creencias personales colocando el énfasis en el proceso
educativo, lo que es imprescindible transformar las prácticas educativas,
comenzando a trasladar el protagonismo a los estudiantes a través de
metodologías e innovaciones, incorporando diversos recursos y conocimientos que
contribuirán a resolver problemas contextualizados, guiando el proceso, lo que
requiere incluso una transformación en las evaluaciones. (Moreno, 2011; Saez, 2009; Silva y Mazuera, 2019; Gutiérrez, 2019; Guzmán,
2011; Anchundia y Santos, 2020).
Las competencias personales
se encuentran asociadas a las competencias emocionales o socioemocionales, las
que son definidas por Bisquerra y Pérez, (2007), como: “La interacción entre
persona y ambiente, y como consecuencia confiere más importancia al aprendizaje
y desarrollo” (p.74), estas competencias son necesarias para las interacciones
positivas entre los actores involucrados, fortaleciendo los ambientes
educativos propicios para el aprendizaje. Las competencias personales son
importantes porque “se considera la habilidad de manejar los sentimientos y
emociones, discriminar entre ellos y utilizar los conocimientos para dirigir
los propios pensamientos y acciones” (Salovey y Mayer, 1990, citado en
Oliveros, 2018, párr. 1), es decir, que cada docente trae consigo una historia
de vida, emociones, creencias y percepciones, que influyen en la toma de
decisiones al interior del aula, los que repercuten en los procesos educativos,
determinando el éxito o fracaso de un proyecto institucional (Clark y Peterson,
1990; Estévez-Nenninger et ál., 2014, como se citó en Solís, 2015), “las historias de vida,
marcan fuertemente las teorías implícitas en los sujetos, transfiriendo aquella
naturaleza en el ejercicio de la profesión o rol que ejerzan” (Bain, 2006; como
se citó en Yañez y Soria, 2017; p.65), conocido como
el currículum oculto, que en ocasiones trasciende con mayor ímpetu en los estudiantes
(Solís, 2015).
En relación a las competencias profesionales para el currículum con
enfoque en competencias se puede concluir que para los docentes
latinoamericanos se ha transformado en un desafío constante, ya que,
“desarrollar competencias en los educandos es una labor compleja, sobre todo si
consideramos la poca o nula experiencia que tenemos en la puesta en marcha de
un currículo basado en competencias” (Moreno, 2011, p.41), Además, los retos en
la educación superior son constantes y aún difíciles de abordar, considerando,
que los docentes universitarios que ejercen en el nivel terciario no tienen una
formación en dicho nivel, “ya que no existe en el mundo ningún centro
especializado en educar profesores para ser docentes en la universidad”(Gutiérrez,
Silva, Iturralde y Mederos, 2019), además, que no todos los docentes que
enseñan son pedagogos (Gutiérrez et ál.,
2019).
Por último, es importante
contemplar que los docentes tienen formas de pensar que “influyen en sus percepciones
sobre los estudiantes, en la planificación de la enseñanza y en su conducta en
el aula” (Montanares y Junod, 2018, p.94) sumado a
que tienen sus propias experiencias y creencias respecto a las aulas y espacios
educativos, la visión que estos tengan será decisiva en las oportunidades que
les brindarán a los estudiantes, las que se basarán en las propias
experiencias.(
Incidencia de los espacios educativos universitarios en el aprendizaje
Las instituciones de
educación, deben valorar todos los espacios físicos disponibles (pasillos,
salas, patios, bibliotecas, laboratorios, oficinas, baños) y recursos
existentes, organizándose coherentemente con el currículo, de tal forma de
favorecer y fortalecer los procesos educativos (Arias, 2019; Quesada, 2019; González
y Abad, 2020), por ende, las características arquitectónicas debieran estar
disponible al servicio de los proyectos institucionales para su uso y
disposición en los procesos educativos “Aunque la realidad suele ser la
contraria, es decir, es el edificio el que condiciona el programa y las
actividades, así como los modelos de aprendizaje”(Laorden
y Pérez, 2002, p.133).
Rodríguez (2014) denomina
tres tipos de espacios: áulico, real y virtual que son utilizados habitualmente
en la formación; el primero se enfoca en los procesos educativos vividos al
interior del aula, el segundo hace alusión a los espacios reales, donde se
puede constatar los conocimientos, capacidades y habilidades adquiridas, como
laboratorios, empresas clínicas, bibliotecas, áreas verdes, entre otras y el
último, correspondiente a los ambientes virtuales incorporando la tecnología de
la información y comunicación.
Los espacios educativos
para la adquisición de competencias son variados, “Cada espacio debe dar
respuesta a las necesidades de sus agentes y del contexto educativo en el que
se enmarca” (Bautista y Borges, 2013, como se citó en Bautista et al., 2019,
p.686). Si bien, no existe una guía que defina y oriente un espacio educativo
para desarrollar competencias en los estudiantes, autores como Bautista,
Escofet, y López, (2019) señalaron que las investigaciones y experiencias de
innovaciones fundamentan un buen espacio en tres dimensiones: pedagógica,
ambiental y digital, las que se detallan en el siguiente cuadro:
Tabla N°
1:
Dimensiones y características de espacios educativos en busca de buenas
prácticas
Características de espacios educativos en
búsqueda de lograr competencias |
||
Dimensión |
Descripción |
Beneficio en los estudiantes |
Dimensión Pedagógica |
- Configuración del espacio, en coherencia con el
Modelo Educativo Institucional. - Transformación de los espacios al utilizar
diversas estrategias y metodologías. |
- Fortalece el rol activo y protagónico. - Direccionado
a la heterogeneidad. - Fortalece
el Trabajo autónomo, colaborativo y productivo. |
Dimensión Ambiental |
- Estructura física y características como:
seguridad, accesibilidad, recursos, funcionalidad y estética. - Aspectos arquitectónicos y ambientales se
asocian a resultados académicos favorables o desfavorables. - Tipos de organización espacial que influyen en
el aprendizaje: tradicional y activa. |
- Permite la movilidad de los estudiantes y uso
de recursos según intereses y necesidades. - Fomenta la comunicación entre pares y
proporciona una zona de confort. - Favorece el Bienestar emocional, la motivación
y el desarrollo de competencias. |
Dimensión Digital |
- Espacios de alfabetización digital, que contribuyan
al desarrollo de las habilidades TIC, para utilizarlas didácticamente. |
- Potencia las habilidades TIC. - La disposición de las TIC facilita la
adquisición de competencias. |
Fuente: elaboración
propia, en base a información extraída de Duarte,2003; MINEDUC, 2013;
Maldonado, 2017; Rodríguez, y Sandoval et al., 2017; Bautista et al., 2019; Bautista, 2019.
Estas tres dimensiones
contemplan: el espacio físico del aula y su injerencia en las emociones de las
personas, considerando factores ambientales que permiten la integración de los
estudiantes; aspectos pedagógicos relacionados al desarrollo integral de los
educandos aludiendo a la innovación de las metodologías, flexibilidad de
actividades, inclusión, libertad de movimiento e interacciones; por último,
espacios digitales, que favorezcan el acceso y la innovación. Estas tres
dimensiones articuladas permiten crear espacios propicios que son importantes
evidenciar en los escenarios áulicos, reales y virtuales, contemplando la formación
del profesional del siglo XXI y promoviendo espacios educativos que fortalezcan
el desarrollo profesional y personal como:
1.
Interacción:
promover el intercambio de actividades cognitivas, procedimentales y afectivas.
(Guerra, Rodríguez y Artiles, 2019).
2.
Colaboración:
Implementar metodologías cooperativas. (Suarez, 2010).
3.
Información:
Acceso al conjunto de conocimientos que requiere. (Rodríguez, 2014).
4.
Producción:
contemplar la elaboración y el producto de aprendizaje del estudiante.
(Rodríguez, 2014).
5.
Exhibición:
Dar a conocer el producto resultante del proceso. (Rodríguez, 2014).
6.
Ocio:
Espacio creativo de contenido lúdico formativo, auto expresivo y de salud.
(Elizalde, 2010).
Los escenarios deben
promover mínimo estos seis (6) espacios educativos que permitan a los
estudiantes trabajar de forma autónoma, desarrollando competencias que
impliquen la interrelación de los saberes (Garagorri, 2007; Irigoyen, Jiménez y
Acuña, 2011). Hay que señalar, que, en aspecto arquitectónico, los espacios son
reflejo de las instituciones y sus modelos educativos, y las aulas son el
espejo de los docentes en las cuales se presencian interacciones, metodologías
y estrategias que favorecen u obstaculizan los aprendizajes.
Los espacios educativos,
son prerrequisitos para la calidad de la educación, si estos espacios son
deficientes o mal construidos, puede perjudicar la eficacia educativa e incluso
el bienestar de las personas (Quesada-Chaves, 2019), por ello hay normativas
institucionales, estudios de la OCDE y Programa para la Construcción y el
Equipamiento Educativo, Programme on
Educational Building (PEB)
para resguardar y promover un establecimiento con las condiciones mínimas de
mantención, seguridad, espacios diversos e incorporación de las TIC.
La investigación Espacios
educativos y aprendizaje en la educación superior, aproximaciones teóricas y
percepción docente, fue realizada en el Departamento de Educación Parvularia de la Universidad de Atacama del estado de
Chile, con un enfoque de investigación cualitativo, que busca comprender la
relación de los espacios educativos y los modelos educativos institucionales,
por medio de una descripción en base a la información obtenida de los sujetos
estudiados, identificando factores internos y externos.
A través del paradigma
interpretativo se analiza la información obtenida y recabada, primero con la
técnica de revisión documental de fuentes secundarias principalmente documentos
científicos e informes del Ministerio de Educación de Chile en un periodo comprendido
entre los años 2010 y 2022, además de fuentes primarias mediante entrevistas
realizadas durante el año 2021 a seis (6) académicos, por medio de la
estrategia de muestreo no probabilístico por conveniencia, en el cual los
sujetos seleccionados cumplen con características particulares como informantes
claves, seleccionando directa e intencionalmente a los profesionales a
entrevistar, quienes cumplieron con los siguientes criterios: impartir una o
más asignaturas en la carrera de Licenciatura en Educación y Pedagogía en
Educación Parvularia, pertenecer al Departamento de
Educación Parvularia u otra Unidad que preste
servicio a la carrera, y directivo de la Unidad (directora o subdirectora),
cumpliendo de esta forma con las características particulares de informantes
claves (Bernal, 2010).
Resultados
Los resultados obtenidos en
esta investigación fueron analizados mediante familias semánticas, que
permitieron ordenar la información obtenida de las entrevistas. Tras efectuar
el análisis de cada nodo y cada familia temática, se logró visualizar que los
académicos identificaron los escenarios de aprendizaje, caracterizando las
interacciones, organizaciones y condiciones de los espacios que favorecen en
las metodologías y estrategias innovadoras, que permiten principalmente
trabajar en equipo. También se evidenció las percepciones de los académicos las
que están vinculadas a las experiencias de vida, interacciones y emociones
producidas por el contexto.
5.1.En
relación a los Escenarios de aprendizaje se identifica:
Espacios áulicos: aquellos
en que se desarrollan los procesos educativos en presencialidad como salas de
clases, las salas temáticas, biblioteca, laboratorios, oficinas y sala de
reuniones, las cuales se centran en un espacio cerrado.
Espacios virtuales: aquellos
en que se desarrollan los procesos educativos por medio de actividades
sincrónicas y asincrónicas destacando las plataformas Zoom, Meet
y Moodle, incluyendo las zonas físicas donde se ubica el estudiante o profesor,
es decir los espacios del hogar y los recursos tecnológicos que se utilizan.
Espacios reales: vinculados
a los Jardines Infantiles, a entidades externas a la Universidad, donde
participan los estudiantes en actividades académicas.
Espacios naturales:
visualizado como apoyo a los espacios áulicos, hace alusión a las áreas verdes,
el patio y los espacios abiertos de la institución.
Espacios Interiores:
visualizado como apoyo a los espacios áulicos, referido a oficinas, pasillos y
casinos.
5.2.Respecto
a las Características de los espacios se identifica:
Espacios de interacción: característica principal para abordar
los contenidos, profundizar en intervenciones reflexivas y fortalecer una
convivencia democrática, a través de una organización previa de la enseñanza en
la que se considere la participación de los estudiantes. Se destaca acciones
que deben prevalecer, como el saludo, escucha ante dudas u opiniones y la
importancia de identificarlos por sus nombres. También se alude que en contexto
virtual es complejo desarrollar la interacción producto de cámaras y micrófonos
desconectados constantemente.
Organización de los
espacios: caracterizan los espacios
de la universidad como espacios convencionales y clásicos, los cuales tienen
características homogéneas en cuanto a color, forma, mobiliario y organización
del espacio.
Condiciones del espacio:
indican que en virtualidad los espacios son obstaculizados, por las condiciones
propias que tiene cada estudiante y profesor en sus casas, las cuales son
diversas y se desconocen si son propicias para aprender. En presencialidad
señalan que los ruidos externos, los olores y la ventilación, obstaculizan los
procesos educativos.
Espacios funcionales:
identifican que los espacios son reducidos para la cantidad de estudiantes, lo
que dificulta la transformación del espacio obstaculizando estrategias y
dinámicas que fortalezcan el trabajo en equipo. Además, señalan que estos
espacios deben disponer de recursos accesibles como los recursos TIC del
laboratorio y materiales que se encuentran en la sala temática.
Espacios digitales:
disponibles en presencialidad, resaltando aulas implementadas con recursos
tecnológicos para que cada estudiante pueda tener acceso y participación en
clases, están diseñados exclusivamente para potenciar experiencias con recursos
TIC, contando con mobiliarios especiales, notebook, computadores, entre otros.
Espacios de ocio: aquellos
en que los estudiantes cuenten con espacios propios de intimidad para
relajarse, descansar, compartir ideas, realizar actividades de esparcimiento,
entre otras, que puedan romper la rutina y la monotonía de la organización
diaria de las clases. Solo algunos entrevistados lo reconocieron como un
espacio de aprendizaje añadiendo que la Universidad no cuenta con estos
espacios para los estudiantes.
Espacios de información: Los académicos se refirieron de forma
implícita a estos espacios, reconociendo la plataforma Moodle como repositorio
donde se dispone de diversos recursos que complementan las clases sincrónicas,
al igual que las indicaciones, pautas de evaluaciones y actividades de
interacción que presenta esta plataforma, las que permanecen visibles y
accesibles para que los estudiantes puedan reforzar los aprendizajes.
El espacio de producción: no está claramente identificado por
los docentes; sin embargo; se extrajeron ideas que aluden a esta categoría,
caracterizándose como un espacio físico, amplio que permite la libre expresión
y movimiento, en cual puedan desarrollarse actividades como simulación en las
que repliquen situaciones reales.
Los espacios de exhibición no fueron abordados por los entrevistados,
punto a tener en cuenta en próximas investigaciones.
5.3.Respecto
a las percepciones académicas:
Situaciones vitales: los docentes aludieron a sus
experiencias con los espacios educativos manifestando sus apreciaciones
negativas y/o positivas respecto a los escenarios de aprendizajes virtuales y
presenciales, experiencias que están influenciadas con emociones propias sobre
la tecnología, participación y espacios.
Creencias docentes: Los entrevistados aluden a creencias
propias respecto a los espacios educativos virtuales y presenciales, sin
referirse a cómo influyen en la enseñanza, refieren mayoritariamente a
percepciones negativas y positivas.
Pertinencia: un sujeto añade que al interior de la
institución los estudiantes no consideran propios los espacios, porque suelen
ser compartidos con otros niveles y docentes, además, no existe un cuidado
hacia estos escenarios.
Emociones: destacaron la relevancia de las
emociones en los estudiantes, resaltando el rol del docente en los ambientes
bien tratantes, espacios de expresión, de interacción e intimidad, para que
puedan aprender y sentirse seguros.
Motivación: los entrevistados vinculan la
motivación de los estudiantes con la calidad de interacciones que se realizan
en los escenarios de aprendizajes, también se refirieron a las condiciones y
organización.
Interacción: señalan que deben favorecer las
interacciones positivas de buen trato, destacando que en modalidad online
existen diversos recursos que facilitan esta interacción y que los académicos
que tienen un mayor dominio se encuentran aventajados para favorecer estos
espacios.
Trabajo autónomo de los
estudiantes: refirieron que los
estudiantes requieren de una organización de su rutina y estar comprometidos
con su formación para que las metodologías activas puedan realizarse
favorablemente, también identificaron que es importante que el espacio
educativo fortalezca el trabajo autónomo, contando con recursos y condiciones,
por último, se indicó que para ocupar espacios naturales se requiere de la
madurez de los estudiantes.
5.4.Espacios
propicios para el aprendizaje.
Dimensión ambiental: mayormente abordada por los
entrevistados y enfocada a los espacios físicos y sus condiciones para el
desarrollo de las experiencias, considerando que lo idóneo es contar con
espacios amplios que permitan la distribución y organización de los mobiliarios
según las matrículas de los niveles, con condiciones óptimas e incorporando
espacios para que los estudiantes puedan estudiar y guardar sus pertenencias.
Dimensión pedagógica: los
entrevistados señalan que lo idóneo sería contar con espacios de encuentros comunes fuera del aula para que estudiantes
y docentes fortalezcan las interacciones; implementar espacios artísticos que
desarrollen la creatividad considerando recursos necesarios para estas; que los
académicos planifiquen y organicen las metodologías según los espacios que
cuenta la Universidad; Contar con recursos humanos para un coeficiente de
estudiantes; y perfeccionamiento continuo a los docentes para trabajar con
estudiantes en situación de discapacidad.
Dimensión digital: los
docentes proponen mejorar en las instalaciones de recursos digitales, evitando
el traslado constante de proyectores a las aulas, implementando equipos fijos y
seguros que optimicen los tiempos, también desean incorporar tablets para cada estudiante, y en el contexto virtual
incorporar herramientas para las estrategias con los estudiantes.
Rol docente: los académicos
señalaron importante organizar y planificar las experiencias educativas,
gestionando los espacios con anterioridad; señalaron la importancia que los
docentes consideren las habilidades y particularidades de cada estudiante para
implementar estrategias y metodologías de trabajo, adquiriendo el desafío de
motivar a los estudiantes y resguardar las condiciones del espacio disponible.
En referencia al rol del
estudiante: no se aborda, los
entrevistados responsabilizan a los docentes como principales agentes en los
procesos educativos.
Discusión
Se identifica que los
entrevistados tienen conocimiento de los espacios disponibles para el proceso
pedagógico, valorando mayoritariamente los escenarios áulicos y virtuales,
visualizando los espacios naturales, interiores y reales como un complemento en
el cual se pueden desarrollar dinámicas que no podrían efectuarse en espacios
áulicos; por consiguiente, se ha investigado que el espacio suele hacer
referencia a las zonas físicas donde se imparte la enseñanza formal; sin
embargo, en todo espacio sucede el aprendizaje, no necesariamente en un aula
cerrada. De acuerdo a Rodríguez, (2014) se denominan tres tipos de espacios los
cuales, tienen características particulares que favorecen el desarrollo de la
formación profesional.
Respecto a las
características de los espacios, los entrevistados destacan la interacción
entre estudiante-docente, los recursos pedagógicos, la organización y condición
del espacio, reconociendo que estas pueden ser favorables o desfavorables para
el aprendizaje, las que influyen en las emociones, percepciones y motivaciones
del estudiante. Los sujetos reconocen y caracterizan sus espacios educativos
como homogéneos, centrando su descripción mayoritariamente en la dimensión
ambiental, en menor medida en características de la dimensión digital y
refiriéndose escasamente a la dimensión pedagógica, Bautista, Escofet y López
(2019), señalaron que los buenos espacios educativos se fundamentan en tres
dimensiones; no obstante, describen los espacios idóneos que les gustaría
disponer para desarrollar el proceso educativo.
Otro factor que se ha
analizado, son las percepciones y creencias que tienen los docentes respecto a
los espacios presenciales y virtuales, realizando juicios negativos y positivos
de estos, y aludiendo que las creencias actuales respecto al contexto pueden
dañar los procesos de los estudiantes. Las teorías de vida marcan el ejercicio
docente, transfiriendo las creencias al rol que ejercen, lo que determinará la
conducta en aula y en las tomas de decisiones respecto a las dinámicas,
organización, relaciones, conductas, entre otras, por ello, es importante que
el docente continuamente investigue, reflexione de su quehacer educativo,
contrastando la teoría con sus propios juicios, de tal forma de no interferir
negativamente en los procesos educativos.(Marcelo, 2001; Díaz et al., 2010 como se citó en Montanares y Junod, 2018).
finalmente al consultar por
los espacios educativos propicios para el aprendizaje destacan aspectos de la
dimensión ambiental como organización, condición, características y recursos,
Wall (2016) sitúa su estudio alineado a esta perspectiva y apunta que “los
aspectos arquitectónicos y ambientales se asocian con mejores resultados
académicos, ya que fomentan una mejor comunicación y confort del estudiante y
el docente” (como se citó en Bautista, Escofet y López, 2019, p.1060), que
contribuyen a los procesos educativos de calidad, principalmente por los
estímulos externos que influyen en la plasticidad cerebral, por ende, lo que
describen los entrevistados es importante, porque tiene injerencia en cómo los
seres humanos aprenden y en las condiciones qué lo hacen.
La dimensión pedagógica
(Rodríguez, 2014) debe considerar la configuración de los espacios, y un diseño
basado en el proceso educativo que contemple planificación, evaluación,
contextos educativos, el rol activo de los estudiantes y rol guía de los
docentes, con el propósito de crear espacios colaborativos, motivantes y
desafiantes, “la dimensión pedagógica en la conceptualización y el diseño de
las aulas se ocupa de analizar cómo el paradigma pedagógico que guía la
práctica educativa debe también orientar las decisiones sobre la configuración
del espacio de aprendizaje” (Bautista, Escofet y López, 2019, p.1057).
En cuanto a la dimensión
digital, los docentes consideran idóneo implementar recursos tecnológicos en
las aulas que optimicen los tiempos y que fortalezcan la participación activa
de los estudiantes. Para que las tecnologías logren el propósito de fortalecer
el protagonismo de los alumnos se requiere el desarrollo de las habilidades TIC
y conocimiento de los docentes, “Las tecnologías deben ser introducidas en el
aula de forma invisible de manera que se encuentren a disposición del alumnado
y el profesorado de manera permanente”.(Gross, 2010
como se citó en Bautista, Escofet y López. 2019, pp.1061-1062). Comprendiendo
de esta forma, que la tecnología por sí sola no garantiza el éxito del quehacer
educativo, dependiendo en gran medida de la dimensión pedagógica.
CONCLUSIONES
En esta investigación se
describe y conceptualiza los espacios educativos, identificándose como aquellos
escenarios áulicos, reales y digitales en que habitan los estudiantes, aquí se
implementa el plan de estudio valorado en SCT, se crean vínculos y experiencias
de vida con los diferentes actores de la comunidad educativa, que permiten que
los estudiantes desarrollen sus habilidades, destrezas y competencias, los
cuales deben contar con las condiciones ambientales, digitales y pedagógicas,
para que los estudiantes puedan enfrentar y resolver problemas reales o
simulaciones del contexto. Por esto se comprende que los espacios educativos
deben contribuir a la implementación de los modelos constructivistas,
fortaleciendo el trabajo investigativo, colaborativo, expositivo y autónomo de
los estudiantes, por medio de la implementación de estrategias y metodologías
activas.
En el currículo basado o
por competencia los escenarios reales, son primordiales para experimentar
problemas existentes en el área profesional, adquiriendo experiencia mediante
el ejercicio de la profesión, interacciones y orientaciones de expertos. Por
esto, son importantes los espacios integrales en los que se potencian las
diferentes áreas del ser humano incluido espacios de ocio y esparcimiento que
complementen la formación. Uno de los hallazgos que se destaca en esta
investigación es que los espacios deben estar contextualizados al campo
laboral, lo que es reconocido mediante las percepciones académicas, enfatizando
que los espacios temáticos son propicios para los procesos educativos,
caracterizándose por disponer de dimensiones amplias, mobiliarios funcionales,
recursos pedagógicos, que se asemejan al escenario real fortaleciendo el
quehacer educativo y enriqueciendo las interacciones entre los actores.
También, los docentes
tienen un rol fundamental al ejercer autonomía de cátedra en las diversas
asignaturas, son los llamados a transformar y disponer de los espacios
necesarios para que los estudiantes puedan desarrollarse integralmente, para
esto, requieren de una reflexión docente continua que les permita tomar
decisiones acertadas, identificando las diversas creencias y percepciones que
influyen en la dinámica de una clase y en la valoración negativa o positiva de
los espacios educativos, los que pueden favorecer y/o desfavorecer la
implementación del currículo.
Por último, esta
investigación cualitativa permitió comprender por medio de las entrevistas, que
los espacios educativos para la formación de profesionales de Educadores de
Párvulos, requieren ser seleccionados, organizados y distribuidos según las
competencias declaradas en los programas de estudios, sustentados en el
currículo en competencia de la Universidad de Atacama.
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[1] Magíster en
Educación Superior, Mención
Docencia Universitaria, versión internacional; Magister en Educación Inicial
Mención en Didáctica de las Matemáticas y el Lenguaje. Universidad de
Atacama. gisellegalaza@gamil.com. giselle.galaz@uda.cl. https://orcid.org/0000-0002-5510-7003
[2]
Magíster en Educación Superior, Mención en Docencia Universitaria, versión
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[3] Doctor en Política
y gestión educativa, Magister en educación, mención gestión educativa.
Universidad Tecnológica Metropolitana. Chile. micheljpvaldes@gmail.com. https://orcid.org/0000-0002-1491-9312